domingo, agosto 31, 2014

Vintage

Miguel miraba el techo mientras la música étnica sonaba de fondo. La luz de la terraza se reflejaba débilmente en la habitación, y el calor de agosto se hacía notar debajo de las sábanas. Miguel se preguntaba si podría recordar cuántos techos, que no eran el suyo, había visto desde esa posición y -sobretodo- oyendo la respiración de otra persona a su lado.

-Aunque no me hayas dicho tu edad. Puedo calcularla por la cicatriz que tienes en tu hombro- dijo ella.
-jaja..¿piensas que soy un árbol o qué?- respondió Miguel.
-Tonto... ¿Sabías que la vacuna que llevas ahí es de tuberculosis y sólo se aplicó, dependiendo del lugar, hasta cierto año?
-Oh..¡Eres muy lista!. Es lo que tiene acostarse con una enfermera ¿no?
-Pues sí- respondió ella.
-La verdad-continuó Miguel- El tema de la edad, ahora no me importa. Hace unos años tenía cierto conflicto en decirla. Total, si en este mundo importan más las apariencias que lo que somos ¿qué puede interesar la edad cronológica?.. pero eso ya pasó. Tengo treintisiete años, lo digo sin problemas.
-No los aparentas... mira: le resultas atractiva a una chica de veintitres años- dijo ella.
-jajaja.. ¿será que lo vintage está de moda?

La música étnica y el calor de agosto continuaron toda la noche.