domingo, septiembre 06, 2009

Aeropuertos


Aeropuertos, he pasado por algunos. Los he visto amplios, discretos, bulliciosos de día y silenciosos de madrugada, he esperado en ellos junto a extraños de nacionalidades desconocidas que ocasionalmente esperaban el mismo vuelo que yo. Han pasado años desde que subí por primera vez a un avión, ha pasado ya algún tiempo desde que sentí esa emoción, ese miedo, ese sentimiento en el estómago que me hizo apretar la mano de esa persona que viajaba conmigo.

Sin quererlo, ahora vuelo más seguido. Vivo en una isla, en la que el verano me tomó por sorpresa y en la que no tardará en llegar el otoño. El fin del verano me recuerda que el ultimo trimestre del año se acerca y con él esas fiestas que me hacen recordar la fragilidad de todo... la lejanía de unas cosas y la cercanía de otras.

El iPod toca a Codplay, la voz de Chris Martin me cuenta la historia de un rey que gobernaba el mundo (Viva la Vida), yo no quiero gobernar el mundo, me basta con intentar hacerlo con mis pasos.

3 comentarios:

Pablenque dijo...

Martín el viajero, me hace un recordar un poema que la otra vez grabé en mi PC, es de un tal Kavafis y para muchos representa lo que significa el espíritu de un viajero...

Si vas a emprender el viaje hacia Itaca pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.

A Lestrigones ni a Cíclopes ni al fiero Poseidón hallarás nunca, si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano en que con placer, felizmente arribes a bahías nunca vistas; detente en los emporios de Fenicia y adquiere hermosas mercancías, madreperla y coral, ámbar y ébano, aromas deliciosos y diversos, cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes; visita muchas ciudades de Egipto y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre en la memoria a Itaca.
Llegar allí es tu meta. Mas no apresures el viaje. Mejor que se extienda largos años y en tu vejez arribes a la isla con cuanto hayas ganado en el camino, sin esperar que Itaca te enriquezca.

Itaca te regaló un hermoso viaje,
sin ella el camino no hubieras emprendido, mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, Itaca no te engañó. Rico en saber y en vida como has vuelto, comprendes ya qué significan las Itacas.

Konstantino Kavafis

Moraleja: No importa el destino, importa el camino.

Franco Pescorán G. dijo...

entradas y salidas, nuestra vida casi se comporta como un aeropuerto, llegamos o llegan, se van o vienen.

Anónimo dijo...

Caminante no hay camino....se hace camino al andar o al volar.

saludos hermano